El Profesor Lauro de Oliveira Lima falleció el 29 de enero de 2013. Nosotros, familia, amigos, colaboradores y admiradores, continuaremos a publicar en este blog material extraído de su vasta obra, para que su mensaje pueda alcanzar a más y más personas y, quién sabe, elevar a la Educación a un nivel de excelencia y resultados efectivos en pro de nuestros niños y adolescentes.

Por una educación a través de la inteligencia y abierta para todos los posibles…

sábado, 16 de mayo de 2015

El Desarrollo de la Inteligencia Tiende para una Estructuración Lógico-Matemática (1a parte)


Libro: Piaget para Principiantes.
Editora: SUMUS Editorial

El Desarrollo de la Inteligencia Tiende para una Estructuración Lógico-Matemática (págs. 49 y 50)

(1º parte)
En un artículo publicado en L’enseignement des Mathématiques, T. I., Nouvelles Perspectives, Delachaux et Nestlé, 1965, Jean Piaget recuerda que las estructuras-madres (Bourbaki) que los matemáticos consideran fundamentales, primitivas e irreductibles (actualmente, los matemáticos encuentran «estructuras» aún más primitivas, como los morfismos, categorías, y funciones, presentes, también, en el desarrollo de los niños) son también las estructuras básicas del comienzo del desarrollo de la inteligencia de los niños, presentándose, durante los dos primeros años, como actividades aún sensorio-motrices. Siendo así, la matemática puede presentarse como la sistematización (en el plano hipotético-deductivo) de los procesos operativos usados por la inteligencia desde la más temprana edad del niño, y podemos decir que, también la matemática, en su comienzo es la coordinación de las «acciones» (juntar, separar, incluir, etc.).
         Como la inteligencia es, fundamentalmente, un proceso combinatorio, es evidente que, desde los primeros momentos de esa construcción, las estructuras se combinan entre sí, sin perder su identidad. Solo ahora los matemáticos están comprendiendo (reorganización) que ciertas construcciones matemáticas, aparecidas históricamente, en primer lugar, son de hecho, muy anteriores en la construcción genética («lo que aparece primero en el orden de construcción aparece por último en el orden de análisis o de toma de conciencia»). Así es que, solo recientemente, los matemáticos admitieron que las llamadas «intuiciones geométricas» (base de las geometrías proyectivas y euclidianas) no son intuiciones ni mucho menos «entes», sino el resultado de una larga y compleja construcción a partir de “intuiciones” topológicas (entorno, cierre, frontera, etc.). La topología, como disciplina matemática, solo aparece, recientemente, en la historia de ese saber.
         Este descubrimiento tiene una importancia excepcional para la pedagogía de la matemática. Todo el estudio de la geometría, proyectiva y euclidiana, de esa forma, deja de partir de ciertas constancias o invariancias a priori (línea, continuo, distancia, largura, correspondencia, «intuiciones geométricas», etc.) para comenzar por las «intuiciones» topológicas. La construcción de las llamadas «intuiciones geométricas» exige un período de cerca de cinco años en el desarrollo del niño, precisamente, el período que va desde los dos a los siete, ocho años, cuando comienza el curso primario. Así, la «matemática» prescolar (sin hablar de la matemática del período sensorio-motriz) es de hecho una pre matemática o, una lógica embrionaria, lo que explica la dificultad que los matemáticos (que creen en las «intuiciones» incluso la del número: «Dios hizo los números enteros: todo el resto es obra de los hombres”, Kronecker) tienen de sugerir actividades «matemáticas» para este largo y laborioso período de desarrollo del niño. Pero, no es solo eso. De los siete, ocho años a los once, doce años, el niño construye, lentamente, una serie de estructuras (clasificación, seriación, sustitución, simetría, tabla de doble entrada, árbol genealógica) que serán indispensables para adquirir las más elementales nociones matemáticas (todo eso que los matemáticos suponen que los niños poseen, intuitivamente, o de forma apriorística) ...
(Continuará)