INTRODUCCIÓN A LA PEDAGOGÍA
– 2° edición
Lauro de Oliveira Lima
Editora Brasiliense
Capítulo 1
3º Parte
…El niño prosigue su embriología después del nacimiento, ya
sea complementando el desarrollo de los órganos y tejidos (como ocurre, sobre
todo, con el sistema nervioso), ya sea imitando o inventando modelos de
comportamiento (esquemas de asimilación). Así, como no se puede «acelerar» la
gestación uterina, no se puede «atropellar» la construcción de los
comportamientos, sobre todo porque los comportamientos se forman por
diferenciación o composición de comportamientos más elementales, precisamente,
como ocurrió en la construcción de los órganos en el útero (construcción
secuencial). Por ese motivo tenemos que tener paciencia para «educar» a un
niño: acompañar su propio ritmo. El niño no está a disposición del educador
para que él haga lo que quiera con él (pedagogía, en griego, quiere decir,
«conducirlo», obedeciendo sus procesos embriológicos). No se puede enseñar
cualquier cosa al niño de cualquier edad: cada «aprendizaje» depende del grado
de desarrollo alcanzado por el niño, hecho que complica, enormemente, la
elección de las situaciones que presentamos a los niños como estímulo
pedagógico. ¡Cómo los niños han sufrido, a través de la historia, porque queremos
que ellos adquieran comportamientos incompatibles con su embriología! ... Es,
más trágico aún: ¡cuántos comportamientos no son adquiridos porque no creamos
situaciones adecuadas para su construcción, en el momento apropiado de la
gestación (cada comportamiento tiene su época propia para formarse durante el
desarrollo, momento ese que, una vez que se ha perdido, jamás volverá a
presentarse)! Durante milenios, la educación de los niños fue totalmente
aleatoria. Solo recientemente (Piaget), se empezó a entender la embriología del
ser humano, transformando la educación en un proceso científico.
En síntesis, todos los seres vivos son sistemas abiertos
cuya sobrevivencia depende del medio. Para asimilar el medio, los organismos
usan el comportamiento (instintivo, habitual o inteligente). En el caso
particular del ser humano, el comportamiento nunca es instintivo (salvo, para
algunos «montajes hereditarios» denominados reflejos): o es un automatismo
resultante de la imitación o es una repetición o una estrategia inventada. Para
adquirir nuevos comportamientos (hábito o estrategia inteligente), el organismo
parte siempre de comportamientos anteriores, de tal modo que todo nuevo
comportamiento es una modificación de comportamientos ya existentes. La
construcción de nuevos comportamientos ocurre a lo largo de la asimilación de
la realidad: cuando los esquemas son insuficientes para asimilar la realidad,
el organismo (mente) se ve forzado a estructurar esquemas más complejos y
diversificados (acomodación). Solo surgen nuevos comportamientos cuando el
organismo (mente) está en actividad asimiladora. Son los obstáculos encontrados
por la asimilación posibilitan la construcción de nuevos esquemas. El propio
organismo – por determinación del código genético – crea las dificultades
(problemas) para resolver, al buscar asimilar toda la realidad (la realidad es
un permanente obstáculo para la asimilación). El desarrollo del ser humano solo
se concluye con la «apertura para todos los posibles» (apertura que forma
parte, como posibilidad, de su código genético). La pedagogía es un esfuerzo
técnico-científico de crear condiciones para que el ser humano realice,
embriológicamente, todas sus posibilidades. Con ese objetivo, el educador
complexifica, progresiva e secuencialmente, las situaciones para que el niño se
vea forzado a crear comportamientos adaptativos, con el cuidado de adecuar,
cualitativa y cuantitativamente, las situaciones al momento embriológico
(competencia), lo que hace necesario un aumento de la complejidad de esas
situaciones (el nacimiento es un ejemplo del aumento de la complejidad de la
situación en que el organismo vivía). Cuando la complejidad alcanza cierto
nivel, el pedagogo, aunque lo desee, no puede recurrir más a los hábitos
(inteligencia corta), tiene que utilizar la inteligencia (apertura para todos
los posibles). Después de milenios de «educación a través de los hábitos», la
humanidad descubrió que, desde pequeñito, el niño puede ser «educado por la
inteligencia», modelo de comportamiento propio de su especie. Pero, modificar
el proceso no es simple ni tranquilo: una sangrienta batalla se traba, en este
momento, en las escuelas entre la tradición de miles de años de ejercitación y
el nuevo modelo de educación creativa.