El Profesor Lauro de Oliveira Lima falleció el 29 de enero de 2013. Nosotros, familia, amigos, colaboradores y admiradores, continuaremos a publicar en este blog material extraído de su vasta obra, para que su mensaje pueda alcanzar a más y más personas y, quién sabe, elevar a la Educación a un nivel de excelencia y resultados efectivos en pro de nuestros niños y adolescentes.

Por una educación a través de la inteligencia y abierta para todos los posibles…

lunes, 19 de diciembre de 2016

Entrevista Jean Piaget - 2a. Parte

Revista Primera Plana
28 de enero de 1969
Un aporte de Héctor Álvarez

2a. Parte

¿Qué es la inteligencia? ¿Cómo se desarrolla en el niño? ¿Está vinculada al nivel social? Nadie mejor cualificado para responder estas preguntas que el suizo Jean Piaget, 72 anos1, célebre en el mundo entero por sus trabajos sobre el tema. La revista L'Express, asociada a Primera Plana, entrevistó al científico. Fue una excelente oportunidad para conocer sus opiniones sobre puntos claves como el psicoanálisis o el significado final de su actividad como investigador. Doctorado en ciencias, apasionado por la epistemología y la lógica, su vocación por detectar los puntos clave que acompañan la aventura del conocimiento humano lo convirtieron en un «psicólogo» de relevante influencia sobre esa disciplina. A sus admiradores les gusta recordar que a los 10 años publicó un artículo sobre cierta clase de golondrina albina que asombró a los especialistas; que antes de cumplir los 15 años, sus artículos sobre moluscos eran conocidos en toda Europa. Más apasionante resulta sumergirse en su obra comenzando por la trilogía que forman: El nacimiento de la inteligencia (1936), La construcción de lo real (1937) y la Formación del símbolo (1945). Seguida por un abrumador reguero de libros, conferencias y por su tarea docente en La Sorbona y la Facultad de Ciencias de Ginebra.
Usted ha experimentado mucho con sus propios hijos. Se tiene la sensación, a través de sus libros, que ellos desempeñaron un papel importante en sus trabajos. ¿Eso no los ha vuelto un poco raros?
Mi hijo varón fue mi tercer chico y sobre él hice la mayoría de las experiencias. Cuando entró en la universidad, sus camaradas se sorprendieron al ver entrar a un tipo completamente normal.
¿Cómo se realizaron esas experiencias? En aquella época usted todavía estaba en Neuchâtel, disponía de medios muy simples...
Siempre fue así. Es necesario partir de la observación y, cuando se descubre un hecho interesante, hay que reproducir la situación haciendo variar los factores. Ahí comienza la experimentación. El método se hace sobre la marcha. Lo percibí claramente.
Hay quienes miran y no ven nada.
Es necesario plantearse los problemas, claro. Por mi parte, soy más epistemólogo que psicólogo.
¿Podría definir la epistemología?
Es la teoría del conocimiento; esencialmente, del conocimiento científico. Plantea problemas como saber si la ciencia es posible, cómo el conocimiento es posible.
Entonces, usted no ha estudiado a los chicos por ellos mismos sino para saber en qué medida ese estudio podría ayudarlo a resolver el problema que le interesaba.
Yo era biólogo y, por otra parte, me apasionaba la epistemología. Lo ideal habría sido estudiar al hombre en su desarrollo histórico, y en ese sentido lo más importante era el hombre prehistórico, pero sobre este no se sabe nada desde el punto de vista psicológico.
¿No hay ningún estudio sobre el hombre primitivo?
Sobre el verdadero primitivo, es decir sobre el hombre prehistórico, no, por supuesto. Y el pretendido hombre primitivo actual está demasiado alejado del verdadero primitivo.
¿Por qué?
Porque está socializado desde hace siglos y las presiones sociales son tan fuertes que exige un esfuerzo mucho mayor disociar lo psicológico de lo social y lo individual de lo colectivo, en el primitivo que en los niños.
¿Usted cree que los chicos están más cerca de las fuentes que lo que se llama hombres primitivos?
Estoy convencido.
¿Por qué? El chico está sometido desde el principio a las presiones sociales.
Lo dudo. Por su inteligencia está liberado a sí mismo, ya que no imita sino aquello que comprende. A partir del momento en que habla, está sometido a todo tipo de presiones, es cierto, pero nosotros pudimos establecer que ellas no son tan determinantes como podría parecer, porque antes deben ser asimiladas. Y para ser asimiladas, exigen instrumentos de asimilación: tales son los instrumentos que nosotros estudiamos.
Las dos nociones de asimilación y acomodación son muy importantes para usted. ¿Podría precisar de qué se trata?
Es muy simple. Un organismo se nutre absorbiendo sustancias, transforma esas sustancias, las integra en si dándoles su estructura. Un conejo que come repollo no se convierte en repollo. Transforma el repollo en conejo. Del mismo modo, el conocimiento no es una copia sino una integración en una estructura. Eso es la asimilación.
¿Y la acomodación?
En cada situación nueva, los esquemas de asimilación deben ser modificados en función de la situación exterior. Para el bebé que aprende a agarrar lo que ve, todo lo que ve se convierte en un «objeto para agarrar», en lugar de ser un «objeto para mirar». Pero, si el objeto es grande, debe hacer movimientos diferentes de los que hace para apoderarse de un objeto pequeño. Es la acomodación. Del mismo modo, una teoría general que sirve de asimilación al pensamiento de un sabio debe ser acomodada de acuerdo con los casos particulares.


Lo que a usted le interesa, en suma, es el estudio de los mecanismos mentales y no la utilización de la psicología como medio de acción sobre los individuos.
Existe la ciencia aplicada y la investigación básica. En psicología, la aplicación es necesaria, pero lamentablemente estamos obligados a hacer aplicaciones antes de conocer los resultados de las investigaciones básicas, como en medicina, por ejemplo. La aplicación supone un conocimiento exacto de los mecanismos mentales, y como la aplicación es urgente, se ha ido adelante en muchos casos antes de conocer tales mecanismos. Se han establecido tests de inteligencia, mucho antes de saber qué era la inteligencia.
Usted parece tener una actitud hostil en relación a los tests.
Hostil no, porque en general son útiles, pero el test nunca da más que la medida de la performance, es decir, la resultante de lo que el individuo hace en un momento dado para resolver una situación determinada, cuando lo importante es saber, como decimos nosotros, qué es «lo que hay en el vientre», lo que será capaz de hacer después.
Eso con respecto a los chicos. ¿Por qué los tests se emplean ahora para los adultos?
Sí, pero el problema sigue siendo el mismo. Para un adulto está también el problema de lo que sabe hacer y su adaptabilidad.
¿Y no hay tests de adaptabilidad?
Muchos menos.
¿Por qué razón? ¿Es más difícil?
Es mucho más difícil. Se trata de juzgar una potencialidad en lugar de medir la realidad. Y, según creo, no se conoce al adulto más que al chico.
¿Usted nunca trabajó con adultos?
No. Pero me gustaría, siempre que lo he intentado, el adulto convirtió todas las preguntas en lecciones. El adulto cuenta lo que leyó, escuchó y aprendió. Los chicos son diez veces más espontáneos.
¿No hay chicos que son pequeños hombrecitos muy sabios que repiten lecciones?
Sí, pero se nota en seguida; no son interesantes.
¿Usted los descarta?
No, pero trato de escudriñar más. Un ejemplo: una de nuestras preguntas sobre el problema de la causalidad trata sobre el pasaje del estado líquido al estado sólido o a la inversa. En estado sólido, el chico admite voluntariamente la existencia de partículas, de granitos de arena. La piedrita se compone de pequeños granos de arena, etc.,… ¿Pero qué pasa en el estado líquido? ¿Los granitos de arena aún existen? «No, se disocian en un momento dado, se derriten». Esa es la respuesta que dan antes de los once años.
Sin embargo, yo vi chicos de 9-10 años que me hablaban de átomos y que me decían a propósito de la vela que se funde con el calor: «Es muy sencillo, la vela está formada por átomos y los átomos se separan». ¿Y después? «Después se derriten». Incluso me han hablado de neutrones. ¿Y después? «Los neutrones se convierten en agua». Ustedes ven; es solo insistir un poco, (método clínico).
Si se comparan la inteligencia, infantil y la inteligencia animal, ¿en qué momento se produce la gran diferencia?
¿Usted quiere hacerme decir que la inteligencia humana es diferente a la Inteligencia animal?
No, de ningún modo; el chimpancé, por ejemplo, en sus primeros meses de vida es más evolucionado que el bebé, es capaz de hacer muchas más cosas. Y después, de golpe, se bloquea. El hombre, al contrario, se desarrolla indefinidamente, o casi. ¿Por qué?
El bebé, gracias a la vida social, al lenguaje y a la función semiótica, adquiere la posibilidad de representación y el pensamiento, en tanto que la inteligencia sensorio-motriz solo lleva a la coordinación de las acciones, es práctica. El chimpancé se sitúa, sin duda, a ese nivel, en la frontera de la función semiótica.
¿Qué es la función semiótica?
La capacidad de expresar cualquier cosa por medio de significantes diferenciados, es decir, por medio del lenguaje, la imagen mental, el juego simbólico, los gestos, etcétera.
¿Por ejemplo, abrir los brazos para decir que algo es grande?
Por ejemplo, pero el lenguaje es un caso particular de la función semiótica. Los sordomudos tienen la función semiótica pero no el lenguaje articulado.

Continúa…

domingo, 4 de diciembre de 2016

Reportaje a Jean Piaget - Revista Primera Plana 28 de enero de 1969 - 1º parte

Reportaje a Jean Piaget
Revista Primera Plana
28 de enero de 1969
Un aporte de Héctor Álvarez

1º parte

¿Qué es la inteligencia? ¿Cómo se desarrolla en el niño? ¿Está vinculada al nivel social? Nadie mejor cualificado para responder esas preguntas que el suizo Jean Piaget, 72 anos1, célebre en el mundo entero por sus trabajos sobre el tema. La revista L'Express, asociada a Primera Plana, entrevistó al científico. Fue una excelente oportunidad para conocer sus opiniones sobre puntos importantes como el psicoanálisis o el significado final de su actividad como investigador. Doctorado en ciencias, apasionado por la epistemología y la lógica, su vocación por detectar los puntos más importantes que acompañan la aventura del conocimiento humano lo convirtieron en un «psicólogo» de relevante influencia sobre esa disciplina. A sus admiradores les gusta recordar que a los 10 años publicó un artículo sobre cierta clase de golondrina albina que asombró a los especialistas; que antes de cumplir los 15 años, sus artículos sobre moluscos eran conocidos en toda Europa. Más apasionante resulta sumergirse en su obra comenzando por la trilogía que forman: El nacimiento de la inteligencia (1936), La construcción de lo real (1937) y la Formación del símbolo (1945). Seguida por un abrumador reguero de libros, conferencias y por su tarea docente en La Sorbona y la Facultad de Ciencias de Ginebra.
Usted es un biólogo —por lo tanto un científico— que hace psicología.
¿Cree usted que la psicología es una ciencia exacta?
No se puede hablar de ciencia exacta en un sentido absoluto. Existen todos los matices entre las ciencias realmente exactas —que son las disciplinas formales como las matemáticas o la lógica— y las ciencias experimentales. La física es mucho más exacta que la psicología; obviamente, la biología también. Pero creo que entre la experimentación en paleología y la experimentación en biología hay continuidad.
1. Falleció con 84 años de edad.

Pero, para usted, ¿la psicología es una ciencia?
Sí, porque una ciencia es, sobre todo, una disciplina en la cual se pueden delimitar los problemas, disociarlos. En tanto que en filosofía, por ejemplo, todo está relacionado. Esta delimitación permite controlar y, a partir del momento en que hay control y que los investigadores pueden corregirse unos a los otros y realizar aproximaciones sucesivas, encontrando algo más exacto, se tiene una ciencia experimental.
Usted ha experimentado sobre todo con chicos. ¿Ha descubierto constantes en número suficiente como para definir reglas generales?
La verdad es que, después de 40 años en este oficio, me siento cada año, cada semana, más sorprendido por la coincidencia de algunas respuestas. Cuando abordamos un tema nuevo, encontramos respuestas que aparecen regularmente entre los 5 y 6 años, otras entre los 7 y 9. Entre 9 y 11 y en la preadolescencia. Cuando se interroga a algunos chicos, puede estarse casi seguro de que encontrarán las mismas respuestas indefinidamente.
Indefinidamente, ¿dentro de una cierta categoría de chicos de raza blanca en la sociedad suiza?
¡Claro! Pero el gran problema es el de los estadios psicológicos. Se descubren etapas de formación que pueden describirse en su orden de sucesión. Al cambiar de sistema cultural, se encuentran, por supuesto, aceleraciones y retardos, pero el orden de sucesión es siempre el mismo.
Por ejemplo: nuestros colegas canadienses, Pinard, Laurendeau y Boisclair, retomaron las pruebas sobre los chicos de la Martinica: una buena experiencia, porque los escolares de la Martinica siguen el programa francés hasta el fin del primario. Y bien, ellos comprobaron un atraso de cuatro años promedio en la formación de operaciones lógicas con respecto a los resultados obtenidos en Ginebra, París o Montreal. Pero el orden de sucesión era el mismo.
¿Y por qué esos cuatro años de diferencia? ¿Cómo los explica?
Sí, se deben a la indolencia del medio social adulto.
En ese caso, llegamos a la sociología.
Por supuesto, el medio social es fundamental. Pero menos que el proceso biológico. Porque esta sucesión de estadios, cada uno necesario para la formación de los siguientes, se asemeja a la embriología.
Si el medio social es fundamental, entonces es cierto que no hay igualdad escolar desde el momento en que no hay igualdad social.
Es verdad en cuanto al nivel cronológico, no es verdad en cuanto a la sucesión de estadios. En Estados Unidos, por ejemplo, ciertos tests fueron modificados para eliminar el «cociente intelectual» como medida de inteligencia; se dieron cuenta de que ese era siempre inferior en los sujetos de clases bajas. En cambio, si se utilizan pruebas para medir el desarrollo de la inteligencia, como nosotros nos esforzamos en hacer, los encuestados presentan siempre un nivel parejo.
Pero, ¿qué es la inteligencia?
Es la capacidad de adaptación a situaciones nuevas. Es, ante todo, comprender e inventar.
¿Cómo están ligados la inteligencia y el nivel social?
El desarrollo de la inteligencia supone que el individuo tenga intereses y curiosidades. Si el medio social es rico en estimulaciones, si el chico vive en una familia donde se plantean ideas y problemas, habrá un avance en el desarrollo; si el medio social desconoce esos elementos habrá, forzosamente, un atraso.
En suma, la inteligencia sería como un músculo, a fuerza de entrenarlo se lo perfecciona.
Claro, pero se necesita un mínimo de capacidad. Lo que no sabemos es lo que le asegura al individuo ese mínimo de posibilidades y potencialidades.
¿Cuáles son los estadios de desarrollo de la inteligencia?
Antes del lenguaje existe una inteligencia sensorio-motriz. Es una inteligencia práctica que comprende las conductas instrumentales: apropiarse de un objeto apoyado sobre una alfombra tirando la alfombra hacia sí mismo, utilizar un palo para aproximar un objeto…
Más o menos el nivel de inteligencia de un mono.
Sí. Después, hacia los dos años, aparece con el lenguaje la función semiótica, es decir una inteligencia representativa pero que no se convierte aún en operaciones en el sentido limitado con que se define este término: o sea como acción interiorizada y reversible, a la manera de la suma y la resta, que son la inversa una de la otra y, sobre todo, como la coordinación de estructuras de conjunto, al modo de los grupos en matemáticas, las redes y las clasificaciones, etc.
Desde los siete años, el niño consigue realizar estas operaciones, hasta ese momento ha estado en un estadio preoperatorio y la reversibilidad operatoria se traduce, en particular, en un fenómeno muy nítido: la conservación. Antes de las operaciones, la no conservación, después de las operaciones, la conservación de cantidades, de conjuntos, del peso.
¿Por ejemplo?
Bueno, para experimentar sobre la conservación se toma, por ejemplo, una pelotita de plastilina y se le da forma de salchicha. El niño que observa el experimento dice que hay más plastilina porque la salchicha es más larga o que hay menos porque es más delgada. Esto hasta los 7-8 años.
Pero cuando accede a la conservación de la sustancia, no acepta todavía la del peso. Él dirá: «La salchicha tiene la misma cantidad de plastilina, sí pero con todo es más pesada porque es más larga». O bien: «es menos pesada porque es más delgada».
Hacia los 9-10 años llega a la conservación del peso pero no admite la del volumen. Si se coloca la pelotita en un vaso con agua, el chico observa la elevación subsiguiente del nivel del agua, pero pensará que la salchicha causaría una elevación del nivel aún mayor porque es más larga. Esos estadios se desarrollan en un orden preciso.
¿Qué papel juega la afectividad en todo esto?
La afectividad pienso que es fundamental para animar, es el motor. Hay que interesarse en una cosa para ocuparse de ella. Hace falta una carga afectiva, pero no creo que modifique las estructuras de la inteligencia.
¿Hay también niveles de desarrollo de la afectividad?
Claro, pero son menos definidos. En los bebés se produce un precioso fenómeno que he estudiado. El bebé, al principio, no tiene la noción del objeto. Si se le da algo que le interesa, tiende la mano para agarrarlo y si, en seguida, se recubre el objeto, retira su mano; cree que ha sido reabsorbido. Pero hacia los nueve o diez meses, comienza a levantar la pantalla y a mirar por detrás. Y eso coincide con lo que Freud llama el interés «objetal», es decir el interés por las personas.
Con todo, la sucesión de estadios es menos sistemática, hay alteraciones en las series y no siempre se cumple el mismo orden de sucesión. Los estadios freudianos —el estadio oral, el anal, etc. — no son estructuras comparables a las etapas de la inteligencia, que se integran unas a otras. Son caracteres dominantes que juegan papeles en todos los niveles. Son menos definidos.
Continúa…


miércoles, 6 de abril de 2016

¿Grabar u operar el conocimiento?

Temas Piagetianos
Lauro de Oliveira

Editora AO LIVRO TÉCNICO S.A
Indústria e Comércio
Río de Janeiro – RJ / 1984
¿Grabar u operar el conocimiento?
Aristóteles y Platón – Silos para guardar -Muerte de la memoria biopsicológica – La corrida entre el profesor y los medios de comunicación de masa – Resistencia a los cambios: sinónimo de inseguridad – Lo importante es jugar.
         Las artes (técnicas) tradicionales de la humanidad son la medicina, la educación, la agricultura, la culinaria, la pecuaria... Desde la caverna ancestral, los hombres, en general, intentan curar las enfermedades, educar a los hijos, plantar cereales, criar animales domésticos y cocinar los alimentos. Es comprensible, por lo tanto, que esas artes o esas técnicas estén impregnadas de sólidas tradiciones empíricas acumuladas a lo largo de milenios. Y las tradiciones pasan de padres para hijos, generación tras generación, conservándose como si fuesen verdaderos instintos (los hábitos y costumbres – dice Jean Piaget – son como «instintos aprendidos»).
La tradición, los hábitos y las costumbres se impregnan en el comportamiento individual como si fuesen verdaderos instintos.
Cuando se trata de esas experiencias, oriundas de la noche de los tiempos, la ciencia es casi impotente: es dificilísimo, en nombre de los descubrimientos científicos, modificar el comportamiento de los hombres en lo que se refiere a la educación, medicina, agricultura, arte culinaria y construcción de casas. En parte, con mucha razón, la experiencia milenaria no puede haberse engañado totalmente, aunque pueda ser superada, técnicamente por modelos elaborados a partir de los estudios científicos. La medicina y la agricultura son ejemplos flagrantes de que la ciencia puede ofrecer nuevas posibilidades. Pero, aun así, en materia de medicina y agropecuaria, la resistencia al cambio (hasta de las personas, aparentemente, educadas) es casi insuperable. Que lo digan los desbravadores que intentan modificar el comportamiento (higiene, agricultura, pecuaria) de las poblaciones marginalizadas. Y lo más sorprendente es que las personas cultas (por lo menos es esa la presunción en relación a los profesores) resisten, irracionalmente, a los cambios exigidos por los estudios científicos, como en el caso de las técnicas educativas ¡los profesores continúan dando clase de la misma forma como lo hacía «el maestro iniciador» de la tribu prehistórica! Si Aristóteles y Platón, volviesen a los liceos y academias de hoy, no tendrían que modificar su forma de dar clase: su estilo está perfectamente adaptado a los 2 mil 500 años de evolución y desarrollo tecnológico... ¡Eso nos lleva a concluir que el profesor es un fósil vivo, sobreviviente a todos los cambios provocados por el progreso del conocimiento humano! Lo peor es que el profesor es el propio símbolo del conocimiento, de los estudios científicos, de la búsqueda de la verdad, de la desmitificación de la superstición... siempre que eso no implique en un cambio de su propio comportamiento.

La televisión es, apenas, un juguete para multitudes: lo que es realmente importante es el grabador.
Durante los últimos tiempos (menos de 50 años atrás), ocurrieron hechos que modifican, esencialmente, el paradigma tradicional del fenómeno educativo. Hasta hace poco tiempo, el objetivo de la educación era conservar el conocimiento y transmitirlo a las nuevas generaciones (en las tribus prehistóricas, los ancianos eran «el banco de datos» en que se preservaba la experiencia acumulada). A partir del descubrimiento de la escritura, esa función empezó a ser «tecnológica» (el libro dispensa la grabación de memoria, de informaciones que deben ser conservadas). Recientemente, los grabadores de todos los tipos eliminaron la necesidad de memorizar (actividad que la escuela persigue, peligrosamente). El banco de datos y el fichero realizan hoy, el papel que, durante milenios y milenios estaba reservado a la memoria. Con las computadoras, se creó, incluso, una ciencia de la memoria: la informática (¡finalmente la mente está libre para pensar!).

El hombre, finalmente, se libertó de la esclavitud milenaria debida a la necesidad de memorizar...

El banco de datos es una memoria colectiva a disposición de todos. ¿Y ahora? ¿Para qué sirve la escuela? Los maestros no percibieron los cambios tecnológicos y continúan a enseñarles informaciones a los niños (la apoteosis del anacronismo es el examen de ingreso a la facultad). ¿Por qué se rehúsan a admitir los cambios? ¿Será que no sabrían qué hacer si tuviesen que descartar la memorización en sus clases...? El cambio implicaría en una desorganización total de las técnicas didácticas, empezando por la noción del libro didáctico (una de las más poderosas y rentables industrias del mundo moderno).
Y si un profesor más osado resolviese aceptar los cambios, ¿qué debería hacer? A la grabación se opone la operacionalización del conocimiento (a la ejercitación se opone el reto del problema). El libro didáctico (en forma de tratado) pasaría a ser mera fuente de consulta (así como funciona para los científicos y profesionales). Educar sería provocar la utilización operativa de los conocimientos acumulados en los libros, ficheros y bancos de datos (para obtenerlos se realiza una búsqueda). El profesor pasaría (de informador-iniciador) a ser una fuente de retos, provocación, estimulación (solo individuos excepcionales consiguen comportarse como desequilibradores: mucho más fácil es recitar el conocimiento acumulado). Lo que se mediría en los exámenes no sería la masa de datos acumulados, sino las estrategias adquiridas por el cuerpo, por el lenguaje y por la mente. En síntesis la educación pasaría a ser un juego.

Octubre, 1979

martes, 22 de marzo de 2016

«Es necesario crear una nueva forma de pensar» Einstein

Temas Piagetianos
Lauro de Oliveira
Editora AO LIVRO TÉCNICO S.A
Indústria e Comércio
Río de Janeiro – RJ / 1984
«Es necesario crear
una nueva forma de pensar»
Einstein
         El 14 de marzo de 1879, nacía en Ulm, pequeña ciudad alemana a orillas del Danubio, un niño con la cabeza tan grande y angulosa que preocupó, considerablemente, a sus familiares. El bebe, que el médico garantizó ser un niño perfecto, recibió el nombre de Albert Einstein.
         Era como si la Historia, estuviese uniendo el nombre de Einstein – precursor de una nueva era – al de Kepler – artífice de la época científica anterior – que muriera en la misma ciudad de Ulm, cuna del mayor científico del siglo XX – el «Siglo de Einstein».
         Las teorías «einsteinianas» provocaron profundas modificaciones en la Física clásica y lo llevaron a conquistar el Premio Nobel de Física, en 1921, por el Efecto Fotoeléctrico descripto en la Teoría Fotónica de la Luz. Pero, antes que nada, Einstein fue un hombre polémico. Aun siendo un pacifista, colaboró a la construcción de la primera bomba atómica y, aunque creyese en Dios, reformuló las leyes que eran consideradas eternas. Su infancia también no fue tradicional. Solo empezó a hablar con tres años y escuchó de sus profesores la vana profecía: «Nunca serás nada en la vida». Pero, una brújula que recibió como regalo cuando tenía cinco años y el libro de la Geometría de Euclides, a los 14 años, despertaron en aquel niño una profunda identidad, con las fuerzas del universo.
         Seleccionamos, entre sus puntos de vista, algunas consideraciones significativas, que transcribimos a continuación.
        

A un estudiante:
         - No se preocupe con sus dificultades en matemática. Puedo asegurarle que las mías son aún mayores.
         Sobre la humildad:
- Cada persona seriamente empeñada en conquistas científicas se convence de que existe de un espíritu que preside las leyes del universo – un espíritu muy superior al del hombre y delante del cual nosotros, con nuestros modestos poderes, debemos sentirnos humildes.
         Los placeres:
         - No le doy ninguna importancia al dinero. Condecoraciones, títulos y otras distinciones nada significan para mí. Tampoco busco elogios. Las únicas cosas que me dan placer, además de mi trabajo, mi barco a vela y mi violín, son la comprensión y el aprecio de mis colegas científicos.
Sobre el espíritu de la ciencia
- Soy por naturaleza enemigo de las dualidades. Dos fenómenos o dos conceptos que parecen diversos me ofenden. Mi mente tiene un objetivo supremo: suprimir las diferencias. Actuando así, permanezco fiel al espíritu de la ciencia que desde el tiempo de los griegos, siempre aspiró a la unidad. En la vida, como en el arte, también es así. El amor tiende a transformar dos personas en un único ser. La poesía con el uso perpetuo de la metáfora que asimila objetos diversos, presupone la identidad de todas las cosas.
         Caso sus afirmaciones no se confirmasen:
         - Entonces lamentaría por el buen Dios, porque la teoría está correcta.


EINSTEIN
Y PIAGET
         La concepción de tiempo, espacio, velocidad, simultaneidad, (conceptos eminentemente físicos) varía a lo largo del desarrollo del niño, de forma radical, como si en cada estadio del desarrollo el niño asumiese la forma de un «Einstein» paleontológico. Una vez cuenta Piaget, Einstein (después de oír una de sus conferencias) le pidió que investigase cómo los niños conciben, sucesivamente, la simultaneidad y la velocidad. Cuando en otro encuentro, Piaget le transmitió los resultados (que, por acaso confirman las teorías einsteinianas), Einstein animado, comentó que la psicología era aún más compleja que la física.
         Esa transitividad de la forma de pensar no fue ni siquiera incorporada por los psicólogos y educadores, de la misma forma como la mayoría de los físicos y matemáticos no incorporaron aún la teoría de la relatividad a su forma de pensar. Serían necesarios siglos para que la humanidad digiriese las ideas de Einstein, en su día a día. Lo mismo sucedería, en las ciencias humanas, con Jean Piaget, cuyo centenario ocurrió un poco antes del año 2000 (nació el 9 de agosto de 1896, en Neuchâtel, en Suiza)

Abril, 1979 

lunes, 7 de marzo de 2016

Por que Piaget - IX - 4a parte

Lauro de Oliveira Lima
Editora SENAC
São Paulo – 1980

IX – LA CONSTRUCCIÓN DE LA INTELIGENCIA Y LA CONQUISTA DE LA OBJETIVIDADN EN EL NIÑO (ONTOGÉNESIS) Y EN LA HUMANIDAD (FILOGÉNESIS) –
Una nueva teoría del comportamiento y de la evolución.

«Ha llegado el tiempo de nuevas alianzas entre la historia de los hombres,
su sociedad, su saber y la aventura de la exploración de la naturaleza»


Prioigini (Premio Nobel de Física y
   Strengers, «La Nouvelle Alliance»
Gallimard, 1980.

«Cuando se hace una adición… se sabe hacer todas las adiciones»
Jean Piaget



ALGUNOS POSTULADOS QUE J. PIAGET PRETENDE HABER COMPROVADO:
4ª parte
16
            El desarrollo del niño (y la evolución de las integraciones sociales: reglas valores y símbolos) es el resultado de una permanente interacción entre las estructuras ya construidas en el sujeto y la realidad (ver la teoría marxista): para cada nivel de desarrollo mental (etapa) existe un tipo de interpretación de la realidad (ver as interpretaciones «mágicas», ideológicas, axiomáticas, etc.). El comportamiento rebelde del adolescente, por ejemplo, en gran parte, se explica por la conquista de las estructuras probabilísticas e hipotético-deductivas (ver Juventud como motor de la historia), Lauro de Oliveira Lima.

17
            La evolución (y, por lo tanto la construcción de los modelos socioculturales) resulta del tipo estrategia (comportamiento) que los seres vivos usan para ampliar su espacio vital y aumentar su nivel de seguridad frente a las agresiones del medio (ver Le comportement, moteur de l´evolution, Gallimard, 1976 y Adaptation vitale et psychology de l´intelligence, Hermann, 1974). Al contrario de lo que dice Monod, evolucionar es desarrollarse (equilibración mayorante y teoría de las fluctuaciones de I. Prigogine) es una de las características del fenómeno vital (para Monod, la evolución resulta, apenas, de los errores de reproducción). La educación, por lo tanto, debe centrase en el comportamiento (motor, verbal y mental) y no en los contenidos: los contenidos sirven, apenas, para provocar, artificialmente, desequilibrios: cada nivel de desarrollo equivale a un nivel de objetividad (visión de la realidad).

18

            La realidad llega al organismo a través de la actividad (asimilación). Para J. Piaget la actividad de conocer no se diferencia, funcionalmente, de la actividad de «comer»: las estructuras del comportamiento (mental, verbal y motor) son semejantes a verdaderos órganos. No vemos sin ojos ni escuchamos sin oídos...tampoco comprendemos (percibimos) aquello que no corresponde a una estructura (no se aprende nada completamente nuevo). El «estímulo» solo llega al organismo (mente) si el organismo está «sensibilizado» (si tuviera estructuras mentales adecuadas) para percibirlo («en el comienzo ya estaba la respuesta» – D.E. Berlyne, Structure and direction in the thinking, N. Y., John Willy Sons, 1955). Pero a cada asimilación corresponden acomodaciones que crean nuevas estructuras, diversificando, progresivamente, la capacidad de asimilar (capacidad de «percibir» nuevos estímulos). No existen, por lo tanto, los «estímulos» del behaviorismo: la motivación es, simplemente, el síntoma de un desequilibrio o la alimentación natural (forma de estímulos) del funcionamiento de las estructuras preexistentes (los ojos precisan ser activados por la luz y los oídos por el sonido, etc.). La propaganda solo alcanza a su víctima si ella siente necesidad del producto anunciado... de otra forma, las masas empobrecidas invadirían las tiendas que venden «el admirable mundo nuevo».

19
            Toda actividad corresponde a una necesidad (y la necesidad es la manifestación de un desequilibrio o de una laguna: la duda, por ejemplo, es una «necesidad» o «motivación»: la duda metódica como método didáctico). El premio y el castigo son diversiones para que el alumno aprenda algo que no siente necesidad (el contenido aprendido con coacción o mediante estímulo artificial es un pasaje para que el alumno alcance el objeto o la situación que necesita: debido a ese motivo el aprendizaje desaparece en el momento siguiente). Toda estructura constituida tiende a alimentarse (asimilar), de tal forma que, provocado su aparecimiento, no es necesario «enseñar»: el individuo procura, espontáneamente, el conocimiento...

20
            Todas las estructuras en construcción (clasificación, seriación, partición, desplazamientos, etc.) son fuentes de interés (la duda, necesariamente, provoca reflexión, porque la mente no puede permanecer en permanente estado de desequilibrio). De esa forma, existe una motivación externa (conseguir un resultado, realizar una construcción, tener éxito – motivación afectiva – etc.), y una motivación interna (alcanzar el equilibrio de una estructura: organización – necesidad de coherencia). Entre los refuerzos propuestos por los behavioristas faltó el «refuerzo interno», que es de carácter lógico.


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domingo, 21 de febrero de 2016

Por Que Piaget - IX - 3a parte

Lauro de Oliveira Lima
Editora SENAC
São Paulo – 1980

IX – LA CONSTRUCCIÓN DE LA INTELIGENCIA Y LA CONQUISTA DE LA OBJETIVIDADN EN EL NIÑO (ONTOGÉNESIS) Y EN LA HUMANIDAD (FILOGÉNESIS) –
Una nueva teoría del comportamiento y de la evolución.

«Ha llegado el tiempo de nuevas alianzas entre la historia de los hombres,
su sociedad, su saber y la aventura de la exploración de la naturaleza»


Prioigini (Premio Nobel de Física y
   Strengers, «La Nouvelle Alliance»
Gallimard, 1980.

«Cuando se hace una adición… se sabe hacer todas las adiciones»
Jean Piaget



ALGUNOS POSTULADOS QUE J. PIAGET PRETENDE HABER COMPROVADO:

3ª parte
11
            Circunstancias micro y macro ecológicas, pueden frenar, parcial o totalmente, esa construcción, tanto en relación a determinados individuos como en relación a determinadas clases sociales (mujeres, proletariado, etc.). Falta de condiciones estimulantes (de desequilibrios) pueden explicar el estado socio antropológico de determinados agrupamientos humanos aislados (nuestros indígenas, por ejemplo), determinando las reglas, valores, y símbolos de su interacción social (hecho social): los hechos sociales están relacionados con el desarrollo medio de los individuos que constituyen el agrupamiento (por eso existe una sociología infantil).

12
            Todos los hombres, todos los lugares y de todas las razas, siguen (comprobación de campo) la misma secuencia de desarrollo, ya que cada estructura posterior depende (sustitución, diferenciación e integración) de las estructuras anteriores (no se puede llegar a la noción de número sin la constitución de las estructuras de clase, serie y correspondencia, de la misma forma no se puede medir sin dominar las estructuras de desplazamiento y de partición). Solo existe un modelo de hombre (si el modelo fuese otro, ya sería otra especie). De esa forma, existe, apenas, una forma de conducir la «educación» del hombre, estimular el surgimiento de estructuras cada vez más móviles, más amplias, más estables...

13
            La construcción del comportamiento, de la vida mental y del lenguaje, (meros substitutivos del comportamiento motor) parte de montajes hereditarias (que la teoría de la evolución y la embriología explican). Cada nueva estructura, de ese momento en adelante, después de construida, sirve de a priori para la estructura siguiente (funcionando, por lo tanto, como si fuesen innatas). Cuando se establece (construye) una estructura, su funcionamiento pasa a comportarse como una axiomática, un hábito, un automatismo, una estrategia, por ese motivo J. Piaget dice que «el instinto es un hábito hereditario y el hábito es un instinto adquirido» (constructivismo secuencial).

14
                        Las estructuras iniciales extremadamente simples (inteligencia corta, cuyo modelo es el reflejo condicionado), tienden a ser más complejas (asimilación mutua e integración de las estructuras: la integración de las clases, las series y las correspondencias produce la estructura de número). Son cada vez más móviles, amplias y estables y capaces de anticipar cualquier agresión del medio (ampliación del espacio vital y del nivel de seguridad). Esa capacidad ampliada proviene de las posibilidades progresivas de combinaciones (motoras, verbales y mentales) de las acciones (operacionalidad), tendiendo (apertura) para todos los posibles (que respeten la coherencia interna de las estructuras).

15
            Para J. Piaget, no hay estructuras (motoras, verbales y mentales – Chomsky – e intelectuales) hereditarias: la herencia crea, solamente, posibilidades para que la equilibración mayorante construya, lentamente (y la lentitud es importante en educación), estrategias encajadas que se integran progresivamente. Para Piaget, la actual discusión sobre heredar la inteligencia es un equívoco epistemológico; aquellos que discuten eso no tienen en cuenta la secuencia de las estrategias ni analizan los modelos de comportamiento que presentan en la discusión (la capacidad máxima que una bailarina tiene para danzar un balé complicado está determinada por la «herencia» de sus articulaciones); la herencia crea, apenas probabilidades, todo el resto depende de la equilibración mayorante...
……………………………………………………………………………………………

Continúa…

domingo, 31 de enero de 2016

¿Por qué Piaget? - IX - 2a. parte

¿Por qué Piaget?
La educación por la inteligencia
Lauro de Oliveira Lima
Editado por: SENAC
São Paulo – 1980
2ª parte
IX – LA CONSTRUCCIÓN DE LA INTELIGENCIA Y LA CONQUISTA DE LA OBJETIVIDAD EN EL NIÑO (ONTOGÉNESIS) Y EN LA HUMANIDAD (FILOGÉNESIS) –
Una nueva teoría del comportamiento y de la evolución.

6
            La tendencia del organismo (de todo organismo) es: a) ampliar su espacio vital y b) aumentar su poder (de ataque y de defensa) ante la realidad (sobrevivencia); de esa forma no se limita a un equilibrio (homeostasis) con el medio; siempre que supera un desequilibrio (laguna, agresión, perturbación, etc.) aumenta su operatividad (equilibración mayorante) y consiste en eso el desarrollo mental (ontogénesis) y la evolución de la especie (filogénesis).
7
            El desarrollo mental del niño (ontogénesis) y la evolución de la especie humana (filogénesis), pues, son un aumento progresivo (equilibración mayorante) de la operatividad (motora, verbal y mental), de acuerdo con los modelos matemáticos (categorías, morfismos, funciones, estructuras madres, etc.).
8
            El comportamiento o actividad, (motora, verbal y mental) tiende a manifestarse, a lo largo, del desarrollo y de la evolución, de acuerdo con modelos cada vez más móviles, amplios y plásticos, hasta alcanzar la posibilidad de todas las combinaciones posibles (apertura para todos los posibles): el máximo de equilibración corresponde al máximo de posibilidades (flexibilidad).


9
            De acuerdo con J. Piaget, la evolución, al llegar a un determinado primate, implosionó los instintos, sustituyéndolos por la inteligencia (capacidad de enfrentar las agresiones del medio, mediante la construcción de estrategias originales). El hombre no solo no tiene instintos y tampoco tiene categorías a priori (de acuerdo con el modelo kantiano): todo en el niño y en la humanidad se construirá a partir de un a priori funcional (modelo de funcionamiento: equilibración mayorante).

10
            La construcción del comportamiento (motor, verbal y mental) pasa por etapas muy nítidas que siguen una rápida secuencia (estadios), construcción probabilística que se constituye por autorregulación (semejante a la homeostasis y a la homeoresis de la embriología biológica). Esa construcción es una probabilidad, dependiendo de solicitaciones (agresiones) del medio (desequilibrios que exigen requilibración mayorante).

… (Continúa)

domingo, 17 de enero de 2016

¿Por qué Piaget? - IX - 1a parte

¿Por qué Piaget?
La educación por la inteligencia
Lauro de Oliveira Lima
Editado por: SENAC
São Paulo – 1980
1 ª parte
IX – LA CONSTRUCCIÓN DE LA INTELIGENCIA Y LA CONQUISTA DE LA OBJETIVIDAD EN EL NIÑO (ONTOGÉNESIS) Y EN LA HUMANIDAD (FILOGÉNESIS) –
Una nueva teoría del comportamiento y de la evolución.

 « Llegó el tiempo de nuevas alianzas entre la historia de los hombres,
su sociedad, su saber y la aventura de la exploración de la naturaleza»


Prioigini (Premio Nobel de Física y
   Strengers, «La Nouvelle Alliance»
Gallimard, 1980.

«Cuando se hace una adición… se sabe hacer todas las adiciones»
Jean Piaget



ALGUNOS POSTULADOS QUE J. PIAGET PRETENDE HABER COMPROBADO:

1
            Desde Aristóteles, hasta hoy, todos los científicos del área de las ciencias del hombre concordaron que el «conocimiento» o la «vida mental» procede de la percepción, que es considerada como siendo la puerta de entrada de la realidad de la mente. J. Piaget contesta, drásticamente, esa suposición: el «conocimiento» (aún el conocimiento figurativo, como la imagen mental) procede de la acción.
2
            Desde el punto de vista figurativo (o presentativo), la actividad del organismo, como un pantógrafo, «manipula» el objeto para construir la realidad (actividad perceptiva) e interiorizarla a través de la imagen mental (imitación):                      a) la percepción en sí es un hecho fisiológico «ciego», si no fuese por la «actividad perceptiva», o sea, si no hubiese actividad analítica de la inteligencia y
b) la imagen mental es mera imitación interior del objeto (no es, por lo tanto, producto de la percepción, sino de la actividad).
3
            Desde el punto de vista procedural (o motor y operatorio), el pensamiento proviene de la «lógica de las acciones», conquistando, progresivamente, autonomía cuando se interioriza y adquiere las reversibilidades (por inversión y por reciprocidad). Pensar es actuar (acción motora, acción verbal y acción mental). Por eso la psicología piagetiana, que penetró profundamente en la «caja vacía» (conciencia, vida mental, actividad neuronal, etc.) continúa siendo la «ciencia del comportamiento» (para J. Piaget, el lenguaje y el pensamiento son formas de actividad).
4
            J. Piaget, distingue dos tipos de abstracción (dos tipos de resultados de la acción): a) abstracción a partir del objeto, que le da al pensamiento una especie de maqueta de la realidad, permitiendo que la actividad se desarrolle de acuerdo con los  «atributos» de los objetos (experiencia física o conocimiento de la realidad) y b) abstracción a partir de la acción, a través de la cual la actividad «toma conciencia» de la forma como actúa sobre los objetos, imponiéndoles un determinado orden (experiencia lógico-matemática). El encuentro de esos dos resultados de la acción da el grado de objetividad del individuo y el nivel del conocimiento científico.
5
             El comportamiento (motor, verbal y mental) resulta, por lo tanto, de una construcción determinada por un compromiso (equilibración) entre la asimilación (esfuerzo del organismo para conformar la realidad a sí mismo) y la acomodación (adaptación del organismo a la realidad): el resultado, pues, es una probabilidad.