Temas Piagetianos
AO LIVRO TÉCNICO S.A
Indústria e Comércio
Río de Janeiro – RJ / 1984
Finalmente, ¿qué es educar? 2º parte
¿Por qué los profesores no entienden esa
tarea tan tradicional, que comenzó en la prehistoria? ¿Qué sociedad suicida pagaría a profesores para destruir sus
propios valores, ritos, costumbres, religión, ideología? Muchos profesores
fueron perseguidos, por ejemplo, porque enseñaban la «evolución de los seres
vivos» de un extranjero llamado Darwin, antes que la tribu resolviera aceptar
esta doctrina «subversiva». ¡Y algunos se admiran de que de tiempos en tiempos,
sea necesario expurgar profesores del cuerpo docente para eliminar aquellos que
se desviaron de las doctrinas tribales y adoptaron creencias exóticas!
Realmente: si hay dos doctrinas, ¡es la
mía o es la otra! ¿Por qué mi hijo tendrá que aprender la doctrina del vecino y
no la mía? Si creo que Machado de Assis fue el mayor escritor de Brasil, ¡¿por qué voy a permitir que un
profesor le enseñe que fue José de Alencar, Euclides da Cunha, Jorge Amado?! Esto
sucede en el vestibular, quien no
concuerda con la opinión pública de la tribu... no entra en el reino de los
cielos, o sea, en la universidad (para eso existe el catecismo).
Para que se mantenga la unidad de la
tribu es necesario vigilar si algún profesor no está desagregando a la juventud
(fue por corromper a la juventud que o aerópago,
una asamblea de literatos, magistrados y sabios de Atenas, obligó a Sócrates a
beber cicuta, lección que debería ser, insistentemente, recordada en las facultades
de formación de profesores). Hoy, hay una corriente solicitando que se permita
que los maestros enseñen doctrinas contrarias a las tradiciones de las tribus
(escuela contestadora, universidad crítica, escuela salvaje, etc.). Pero, ¿quién
va a pagarle a esos contestadores? ¿Las autoridades y las clases dominantes? ¡Sería
mucho pedirles... pedirles que pagasen su propia destrucción! Esos
contestadores son, absolutamente, idénticos a los profesores iniciadores, solo
que la iniciación que predican es otra... Solo habría una forma de conciliar las
cosas, dejar que las nuevas generaciones, comparando las dos doctrinas (la iniciática y la contestadora) escogiesen, libremente, la que prefieren. Educar es
desarrollar la capacidad de escoger.
Febrero, 1979