INTRODUCCIÓN A LA PEDAGOGÍA
– 2° edición
Lauro
de Oliveira Lima
Editora
Brasiliense
Capítulo
1
1º Parte
EL HOMBRE ES UN ANIMAL IGNORANTE...
(QUE APRENDE)
Cuando el organismo (y, por organismo, se entiende todo el
organismo, incluyendo la mente) siente una necesidad (un desequilibrio, una
laguna, un impulso, una motivación – existen centenas de nombres para expresar
los síntomas de las necesidades del organismo), ¿qué hace? Espontáneamente,
inicia una actividad (que denominamos comportamiento) con el objetivo de
satisfacer la necesidad, o sea, de restablecer el equilibrio. Siendo un sistema
abierto, el organismo está en permanente estado de necesidad, precisando
retirar elementos del ambiente para conservar su estructura (organización).
Para eso, necesita entablar las mejores relaciones posibles con el medio
(adaptación). El proceso vital es un juego permanente entre la organización
interna y la adaptación al medio. Pero, ¿qué comportamiento escogerá el
organismo en cada situación, si las necesidades son tan diferentes unas de las
otras? Si la necesidad es hambre, el comportamiento no puede, evidentemente,
ser el mismo que el organismo usaría si estuviera con frío. A cada necesidad
corresponde determinado comportamiento («esquema de asimilación» o estrategia),
a través del cual se satisface la necesidad. Son esos «esquemas de asimilación»
que ponen al organismo en relación con el medio. El organismo asimila el medio
a través de los esquemas que posee, de modo que, para cada organismo, el medio
se presenta como si estuviera constituido, especialmente, para satisfacerlo. No
son los «estímulos» que llevan al organismo a actuar: los esquemas de
asimilación son los que procuran alimentarse («... en el inicio está la respuesta»).
Un «estímulo» solo estimula, si el organismo tiene esquemas para asimilarlo (de
la gran variedad de rayos luminosos presentes en el ambiente, solo percibimos
los que corresponden a los límites de nuestra percepción visual, hecho que se
repite en todas las circunstancias y en todas las fases). Pero, ¿de dónde
provienen esos esquemas? ¿Son innatos, adquiridos o constituidos a lo largo del
desarrollo?
Observando a los animales (entre ellos, incluyendo al ser
humano), se verifica que existen tres tipos fundamentales de comportamientos o
esquemas de asimilación (se llaman de «asimilación» porque sirven para
incorporar elementos del medio): 1) comportamientos instintivos estereotipados
de carácter hereditario: todos los animales de la misma especie, en ciertas
circunstancias, se comportan, automáticamente, de la misma manera (resta
siempre un comportamiento inventado); 2) comportamientos aprendidos por
imitación o ejercitación: cuando surge la necesidad, el animal resuelve el
problema a través de automatismos aprendidos con los otros animales de su
especie (hábito); finalmente, 3)
comportamientos inventados; frente a la situación, el animal construye
comportamientos originales, aunque la originalidad consista en un simple
redescubrimiento de comportamientos que ya son usados por su especie. Si el
comportamiento es innato el individuo no tiene opción: la propia necesidad (o
desequilibrio) dispara el mecanismo instintivo que la satisface, algo parecido
con lo que ocurre, por ejemplo, con el funcionamiento de la heladera: siempre
que la temperatura aumenta, un mecanismo automático acciona el motor para que
empiece a funcionar, restableciendo la temperatura prevista. Lo mismo ocurre
con el comportamiento aprendido por imitación, se nota, sin embargo, que la
imitación solo es posible si fuera compatible con el nivel de desarrollo
alcanzado por el organismo (el niño, por ejemplo, no imita los mecanismos que
el adulto utiliza para comer antes de haber desarrollado sus coordinaciones
sensorio-motoras). Cuando el comportamiento es inventado (o reinventado), todo
depende de «ensayo y error» y de las combinaciones que van a entrar en juego.
El ser humano no tiene instintos (no confundir instinto,
que es un comportamiento, con necesidad, que es el sentimiento de un
desequilibrio): no presenta comportamientos estereotipados hereditarios comunes
a toda la especie (no construye sus casas siempre de la misma manera, como los
pájaros; no come, apenas, determinada especie de alimento, como la mayoría de
los animales; no adopta el mismo «ceremonial», para aparearse, como casi todos
los seres vivos). Al contrario de la mayoría de los animales recién nacidos, el
ser humano nace sin cualquier comportamiento organizado (no sabe ni siquiera
mamar; no camina; no tiene coordinación en las manos, etc.). Todos sus
comportamientos tendrán que ser aprendidos (hábitos) o inventados
(inteligencia). Si el comportamiento no es innato, el moderno problema de la
pedagogía es saber cómo el ser humano aprende o inventa sus comportamientos sensorio-motores,
verbales y mentales.
El recién nacido
dispone, apenas de algunos reflejos o montajes hereditarios correspondientes al
funcionamiento local de los órganos (abrir y cerrar los ojos, cerrar las manos,
pernear, etc.), dependiendo, para actualizarse, de frecuentes ejercicios
(solidificación de los reflejos). Comparando, por ejemplo, el recién nacido
humano con un corderito que acaba de salir de la placenta, podemos decir ¡que
el ser humano es el animal más «ignorante» que existe! La infancia humana
(período de crecimiento que va de la concepción al estado adulto) es la más
demorada de la escala zoológica (si consideramos el posgrado como la
continuación de la infancia... podemos decir que la infancia dura alrededor de
treinta años, aunque deba decirse que, biológicamente, todo animal que puede
procrear ya es adulto, evidente desfase entre lo biológico y lo
psicosociológico). ¿Por qué la infancia humana es tan prolongada? Precisamente,
porque el ser humano no tiene comportamientos hereditarios (instintos),
debiendo, cuando siente una necesidad o enfrenta un problema: 1) aprender a
comportarse (imitación, ejercitación, condicionamiento, hábitos, automatismos),
o 2) inventar sus propios comportamientos (inteligencia). El gran problema
pedagógico es decidir entre hábito e inteligencia…
(Continuará)
No hay comentarios:
Publicar un comentario