El Profesor Lauro de Oliveira Lima falleció el 29 de enero de 2013. Nosotros, familia, amigos, colaboradores y admiradores, continuaremos a publicar en este blog material extraído de su vasta obra, para que su mensaje pueda alcanzar a más y más personas y, quién sabe, elevar a la Educación a un nivel de excelencia y resultados efectivos en pro de nuestros niños y adolescentes.

Por una educación a través de la inteligencia y abierta para todos los posibles…

domingo, 13 de octubre de 2013

PROFESOR – PROFESIONAL DEL QUE NO SE SOSPECHA... (3) - Final


Libro: PEDAGOGÍA: REPRODUCCIÓN O TRANSFORMACIÓN
Lauro de Oliveira Lima Editora Brasiliense. Primeiros Voos Nº 9 /1982
PROFESOR – PROFESIONAL DEL QUE NO SE SOSPECHA...
Tercera parte
La antigua disculpa para el ejercicio de esta guerra de opereta entre alumnos y profesores era que el profesor, siendo el guardián del conocimiento, de la sabiduría, de la pericia, precisaba ejercer la autoridad para infundirla en la cabeza de los alumnos... Los ancianos, en las civilizaciones antiguas, eran respetados (gerontocracia) por este motivo: precisamente no habiendo escrita, eran los guardianes de la sabiduría, de la experiencia, de la tradición, de todo. Es absolutamente idéntico el papel de los profesores (gerontócratas)...  Pero esta disculpa ya no sirve: los conocimientos, actualmente, están en las bibliotecas, en los bancos de datos, en los satélites, en la televisión, en el cine, en los grabadores, en las videocasetes. La humanidad descubrió, con la escritura, un medio para PRESERVAR la memoria del grupo social sin depender de los ancianos y de los profesores. Los alumnos, al aprender a leer, no precisan más de los recitadores (el lente medieval). Las computadoras pueden crear complejas situaciones de auto aprendizaje, dispensando, completamente, profesores, reproductores. Un armario de tapes de televisión sustituye, hoy, por un precio inmensamente más barato, toda la actividad del cuerpo docente con la ventaja (para los patrones) de que tape no hace huelga... El profesor autoridad, el profesor conferencista, el profesor expositor o explicador, el antiguo duce que nos legaron las civilizaciones clásicas y medieval... es una “especie en extinción”, como los dinosauros, delante de la tecnología moderna. Está naciendo una nueva especie de profesor...
La crítica a este fósil superviviente dentro de una civilización tecnológica viene de otras épocas - Rousseau (1712) ya decía que “la manía pedantesca del profesor es siempre enseñar a los niños aquello que aprenderían mejor por si solas”. B. Shaw ya captara con su ferina ironía el error fundamental de la profesión magisterial: “si se le enseña algo a alguien, no lo sabrá jamás”. Más recientemente, los dos respetados maestros de la moderna epistemología sentenciaron: a) G. Bachelard: descubrir es la única forma activa de conocer: correlativamente, hacer que el alumno descubra es el único modelo de enseñanza”. b) Jean Piaget: “todo lo que se enseña al niño impide que lo descubra o invente”. Hans Aebli analizó, contundentemente, el método heurístico (llamado por algunos “dialogal” que pretende sustituir el antiguo discurso (exposición) del comandante ante sus tropas o de predicador delante de sus fieles (profesar= proclamar, confesión de fe). El método heurístico (dialoglal) es intermitente (como el goteo del agua que sale de una botella), fragmentario (atomiza la situación, el conocimiento, la teoría, en mil fragmentos que pueden ser deglutidos, produciendo la pérdida de la noción de conjunto) y sofístico (el conductor del diálogo- y Sócrates su inventor era un sofista- puede dirigir la “discusión” para la conclusión que le parezca mejor como se puede demostrar a través de la técnica de “dirección de conferencias” que los estadounidenses les enseñan a los ejecutivos para dominar las asambleas de los accionistas- ver Escuela en el futuro (de Lauro de Oliveira Lima. Ed. Vozes). Como se ve, nada resta como método expositivo (llamado también en la jerga escolar de “método de la salivación” o de “escupidura y tiza”) al moderno profesor, consistiendo el “método heurístico” o “dialogal” un disfraz para salvar la figura del antiguo pater famílias (el guía espiritual que, como el psicoanalista moderno, termina ocupando, en la mente del educando, el lugar de la consciencia). Lo que se busca, hoy, es “la muerte del padre”, sea él un tirano jupiterino o el paciente guía espiritual que se transforma en gurú convenciendo a los prosélitos. Y sin padre para conducir a los individuos, solo existe la “dinámica de grupo” (grupo autónomo o democracia).
El moderno profesor (si no quiere ser eliminado por la televisión educativa, que lleva, instantáneamente, el “discurso” a millones de oyentes, “discurso” que elimina todas las fallas), debe ser un mero animador que estimula la actividad sensorio -motriz, verbal y mental de los alumnos, proponiendo situaciones de complejidad creciente. Los verdaderos educadores, ya se comportaban así en todos los tiempos (¡pero como son raros los verdaderos educadores!). En vez del diálogo entre el profesor y el alumno (situación fundamentalmente oblicua y paternalista), el diálogo de todos con todos (democracia), lo que se denomina discusión (ver Dinámica de grupo en el hogar, en la empresa y en la escuela- editora Vozes y Los mecanismos de la libertad, Editora Polis, ambos de Lauro de Oliveira Lima). El personaje moderno que más se aproxima del modo como debe comportarse el profesor actual es el técnico de equipo de fútbol: orienta, da instrucciones, corrige, estimula, pero no juega: “el profesor no enseña: ayuda al alumno a aprender” (ver Escuela Secundaria Moderna, de Lauro de Oliveira Lima, editora Universitária). La micro sociología nos da, actualmente, todos los elementos para que los alumnos “jueguen”. Como podemos ver, volvemos a los orígenes del sistema escolar: scholé (recreación) y ludus (juego), porque el proceso de desarrollo del niño solo puede ser conducido a través de actividades libres, a partir de las situaciones problemas que expandan el pensamiento en todas las direcciones posibles buscando la originalidad (“apertura para todos los posibles”). El profesor es como el agente catalítico cuya presencia estimula y desafía a los niños a que “jueguen” (la discusión, aún en sus más altos niveles, es un juego). En esta perspectiva, el ápice del éxito del profesor es SER INNECESARIO, suicidio profesional que solo puede ser practicado por los educadores que, en vez de transformar la clase en un escenario para su HAPPENING, ¡la transforman en una plataforma en la cual los jóvenes autónomos alzan vuelo para otras galaxias! ...
Hace siglos que los profesores evalúan a los alumnos (mitad del tiempo de los cursos de formación de profesores gira alrededor del manejo de esta arma mortífera sin la cual no habría escuela). Ha llegado el momento en el que los alumnos evalúen, también, a los profesores. Toda actividad que no recibe feedback (retroalimentación), incorporación correctora del efecto sobre la propia acción, autorregulación cibernética, tiende a degenerar: la actividad del magisterio es una de las pocas que no tiene censura, porque el fracaso se atribuye a los alumnos (ver Escuela Secundaria Moderna, de Lauro de Oliveira Lima, editora Universitária). Si los profesores recibiesen el feedback de sus clases (de su actividad docente), dispondrían de un riquísimo medio de auto perfeccionamiento continuo. Pero para esto es necesario primero renunciar al mandarinato y transformarse en técnicos de equipo... La moderna psicología verificó que “quien terminó de aprender es quien está más apto a enseñar”, porque aún recuerda los rodeos necesarios para el aprendizaje (dinámica de grupo). Los profesores, podrían aprender con sus mejores alumnos si no tuviesen una actitud de capataces encargados de conseguir que los obreros trabajen para el patrón...

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