Profesor, especie en extinción (2ª parte)

Libro: TEMAS PIAGETIANOS

Lauro de Oliveira Lima

EDITORA AO LIVRO TÉCNICO S.A

Indústria e Comércio

Río de Janeiro – RJ / 1984

Profesor, especie en extinción (2ª parte)

Con el descubrimiento de la prensa, comienza la extinción de la función del profesor

- ¿El profesor del futuro será un casete? – El programa es síntoma de arcaísmo- ¿La pelota o el juego? – ¿El contenido o la operación? – Motricidad y el grupo de desplazamiento – Los paidagogos griegos y el magister ludi romano – La memoria de la inteligencia

...

EL NUEVO PROFESOR

         La actual (o futura) función del profesor es estimular el desarrollo intelectual sin preocupación con la extensión del contenido (el profesor moderno ya no utiliza programas; se preocupa con las operaciones). El profesional que, actualmente, se aproxima más de la moderna concepción de la función docente es el profesor de educación física y el técnico de un equipo de fútbol. Si quisiéramos, hoy, evaluar el grado de anacronismo de un profesional de magisterio, basta medir su preocupación en “dar el programa”. Los administradores que, reformando los programas, piensan estar modificando el sistema solar... son meros arcaísmos incrustados en el tiempo presente como mariscos en un buque transatlántico. Si un técnico de fútbol, intentase enseñarles a los jugadores a construir la pelota... todos dirían que había enloquecido (la pelota es el contenido: lo que se pretende es enseñar a jugar a la pelota). El profesor especialista está extinguido (en física, química, gramática, historia, etc.). El profesor es nuevamente el paidagogos griego (educador) que estimula, desafía, sugiere, indica, critica, conduce, aclara, asesora, o sea, «el profesor no enseña: ayuda al alumno a aprender». (L.O.L. «Escola Secundária Moderna». ED. Forense Universitária)

         La profesora de la enseñanza prescolar, al observar al niño corriendo en el patio (como el profesor de matemática del preadolescente) no está atenta a los contenidos (tipos de juegos, por ejemplo), sino al número y a la calidad de las operaciones de que el niño es capaz de realizar (grupo geométrico de los desplazamientos). Lo que está en juego, por lo tanto, no es la memoria (dejada para el banco de datos) sino la operación. Es esta nueva actitud, que se denomina educar por la inteligencia. La especialidad del profesor moderno es, por lo tanto, el desarrollo del niño utilizando la psicogenética.

Octubre, 1978